El concepto denominado Internet de los objetos implica la expansión de redes de objetos físicos conectados a la red y con capacidad para intercambiar información entre sí y con los seres humanos.
Además, la maquinaria inteligente se utiliza habitualmente en el lugar de trabajo, y la gente conduce coches inteligentes e incluso reside en ciudades inteligentes.
Se calcula que en 2024 habrá más de 43.000 millones de dispositivos conectados a Internet, intercambiando, recopilando, compartiendo y utilizando datos de muy diversas maneras. A continuación se resumen algunas de las tendencias más significativas que determinarán cómo interactuaremos y utilizaremos estos dispositivos el año que viene.
Los gemelos digitales hacen evolucionar el metaverso empresarial
Ya se pueden observar ejemplos de esta convergencia tecnológica en el sector minorista, donde los planificadores de tiendas pueden observar el tráfico peatonal en tiempo real y ajustar las exposiciones y promociones en función del comportamiento de los clientes y la generación de ingresos. En entornos industriales, permite a los diseñadores de fábricas y plantas probar distintas configuraciones de maquinaria e identificar posibles riesgos para la seguridad, así como predecir el mal funcionamiento de los equipos.
Garantizar la seguridad en IoT
El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca pretende establecer un etiquetado de seguridad estandarizado para los fabricantes de dispositivos IoT de consumo a principios de 2024 en Estados Unidos, que permita a los consumidores comprender los riesgos potenciales asociados a dispositivos específicos. Precauciones sencillas, como tener cuidado con los ataques de phishing que utilizan la ingeniería social para engañar a las personas para que revelen información de acceso, pueden evitar ataques básicos.
El Reino Unido también está a punto de presentar su propio proyecto de ley sobre seguridad de los productos e infraestructuras de telecomunicaciones.
En el sector del consumo, en el que las redes son la única barrera entre los datos personales sensibles y el robo, se prevé que el gasto en medidas de seguridad alcance los 6.000 millones de dólares en 2024, sobre todo en las relacionadas con IoT.
El Internet de los objetos revoluciona la atención sanitaria
Los wearables y los sensores domésticos han transformado la forma en que los profesionales de la salud controlan a los pacientes, permitiendo una atención permanente y liberando recursos médicos. En 2023, la telemedicina permitirá a los médicos supervisar el tratamiento y el seguimiento de los pacientes desde sus casas.
En cuanto a los consumidores, los dispositivos para llevar puestos permiten conocer mejor la salud y la forma física de las personas, lo que facilita la detección precoz de problemas y una mejor comprensión del impacto de la dieta y el ejercicio.
Los sensores de ECG y Sp02 ya son habituales en los smartwatches, y el año que viene podemos esperar una afluencia de parches cutáneos portátiles y dispositivos como los implantes de interfaz cerebro-ordenador de Neuralink.
La primera aplicación de estos dispositivos podría ayudar a las personas paralizadas a recuperar el control de su cuerpo.
El papel de la gobernanza para garantizar la seguridad y la privacidad de la IoT
Recogida de datos
- Storage
- Protección contra las infracciones.
Este es solo un aspecto de las nuevas leyes que podemos anticipar que se ejecutarán a nivel mundial. Esto implica que 2024 podría ser el año en el que los gobiernos empiecen a abordar las implicaciones legales y éticas de una Internet de las Cosas (IoT) en constante crecimiento.
También es probable que la legislación de la UE aborde cuestiones relacionadas con la computación de borde, que emplea artilugios diseñados para analizar los datos en el lugar donde se recogen, en lugar de transmitirlos a servidores centralizados en la nube para su examen.
Simultáneamente, en Asia, 2023 marca la consecución de un plan trienal del gobierno chino para aplicar políticas que faciliten la implantación generalizada de la tecnología IoT en todo el país.
En China, como en otras partes del mundo, se percibe que la IoT tiene la capacidad de estimular un enorme crecimiento empresarial, pero se reconoce que debe desarrollarse de forma controlada para evitar posibles conflictos con la privacidad y los derechos personales.
Cuatro tendencias clave del IoT que marcarán un cambio en la digitalización